¿Que efecto tiene mi espiritualidad sobre mi profesión como empresario?
by Roberto Murchison* (ver versión en inglés)
Resumen de comentarios en 2018 G20 Interfaith Forum, Buenos Aires, Argentina, 26 de septiembre**
Yo creo en un Dios creador del cielo y la tierra y todo lo que hay en ella. Creo que el hombre ha sido puesto en la tierra para ser co-creador con Dios y para actuar de mayordomo o administrador de su creación.
Esto implica que nosotros no somos los dueños y por ende no podemos hacer lo que se nos ocurre con su creación. Esto tiene implicancias obvias, como ser el cuidado del medio ambiente o el uso responsable de los recursos naturales, pero también implicancias menos obvias sobre nuestros bienes materiales y en especial las empresas que manejamos.
Hemos sido puestos como dueños o administradores de bienes que si bien nos pueden pertenecer legalmente, en la arena espiritual le pretensen a Dios y por ende su función principal no es satisfacer nuestras ansias materiales egoístas, sino más bien para el bien común de la humanidad y su creación.
A nivel personal, cultivar una espiritualidad, en mi caso cristiana de la rama protestante me ha enriquecido como persona y por ende como empresario.
1.- “Accountability” – rendición de cuentas.
Este termino poco conocido y aplicado en estas latitudes implica que aún siendo dueños tenemos que rendir cuentas y en un punto es un accionista que no solo ve un balance auditado. Mira las intenciones con que se maneja la empresa, la trasparencia, el cuidado de la gente y a quien no hay cajones donde esconder las cosas. Es como un chofer con cuadernos sentado en el escritorio de uno.
2.- Ama a tus enemigos.
Este es un aspecto muy complicado para mi. En el ámbito empresarial uno muy seguido se cruza con “enemigos”, gente que quiere que las cosas sean distintas a lo que uno le parece deberían ser. A veces cosas o propuestas que son deshonestas, pero otras que son honestas pero que a uno no le gusta como ser negociaciones gremiales, licitaciones, competidores que mejoran precios, etc, etc y uno debe desarrollar una actitud de no odiar a esas personas. Este concepto se da a patadas con las escuelas de negocios o culturas empresariales basadas en la estrategia de guerra.
3.- Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Concepto común a casi todas las religiones del mundo. Siendo un ingeniero y de origen familiar sajón, todos los temas emocionales son un aprendizaje para mi. La espiritualidad me ha ayudado mucho en este aspecto de mi vida y mi labor como empresario. Entender más y mejor al ser humano. Por un lado conociéndome a mi mismo mejor para poder conocer al otro.
4.- En el mundo de Dios no hay jerarquías ni discriminación.
Para Dios no hay personas más valiosas o importantes que otras. La Biblia, tanto en el antiguo testamento como en el nuevo en la época de Jesús tiene sobrados ejemplos en que Dios muestra el valor que le da a las personas independientemente de su origen, genero, status social, etc.
Esto ha tenido dos implicancias a nivel personal. Por un lado el desarrollo de la humildad, no necesariamente en la modestia sino en una visión más profunda de entender que todos en la empresa somos importantes independientemente del trabajo que nos toca hacer. El otro aspecto tiene que ver con trabajar para eliminar los preconceptos que tenemos todos nosotros que hacen que consciente o inconscientemente discriminemos de alguna forma, ya sea por genero, educación o lo que fuese.
5.- Entender que Dios esta en control.
Este es un aspecto muy importante en Argentina. Ser empresario aquí puede ser muy insalubre si uno se toma pecho todos los va y vienes de la economía y su impacto en las empresas. Me he preocupado de tantas cosas que luego no ocurrieron y he confiado tanto en cosas que finalmente no sucedieron que humildemente he llegado a la conclusión que hay que hacer lo mejor que uno puede, pero luego hay que confiar en que las cosas pasan como Dios quiere y debemos en un punto aceptar su soberanía si es para bien o para mal.
Pregunta 2
Luego, yendo de lo personal a lo general hablarían de como la fe y la ética que viene de la religión debería impactar o guiar la economía.
En primer lugar no estoy seguro que la ética viene de la religión, creo que viene de la espiritualidad y de tener una relación personal con Dios. Yo no soy cristian porque obedezco a Dios, sino porque soy Cristiano quiero obedecer sus preceptos.
Cada vez más creo en el impacto que podemos tener en nuestro metro cuadrado. El efecto contagio que tiene tener una actitud positiva, amable o de perdón sobre las personas que están a nuestro alrededor. Es como la Cadena de los Favores en la película Pay it Forward.
Occidente esta en el problema que esta porque en general las sociedades le han dado la espalda a Dios y por ende no hay voluntad de obedecer sus preceptos.
Pregunta 3
La última pregunta sería como pasarías estos valores religiosos/éticos en los negocios a las siguientes generaciones.
La única manera de pasar los preceptos y valores a la próxima generación es viviendolos en carne propia. Por suerte vivimos en una sociedad mucho más transparente, se sabe todo y hoy los chicos o las próximas geenraciones ven a través de las paredes, saben medir mucho mejor que nosotros las intenciones. NO sirve más predicar los valores, se vivien o no exiten.
En palabras de San Francisco de Asís, “predica todo el tiempo predica y si hace falta usa palabras.”
* Roberto Murchison es el CEO de Grupo Murchison, dedicado a las actividades portuarias y logísticas en Argentina. Es el presidente de Terminal Zárate, vicepresidente de Murcan y director general de Murchison Uruguay. También es el presidente de Cámara de Puertos Privados y Comerciales (CPPC). Es un ingeniero industrial formado en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y tiene una maestría en administración de empresas de la Sloan School of Management del Massachusetts Institute of Technology (MIT – Boston, EE. UU.) Murchison forma parte del consejo asesor de la Asociación Cristiana de Direigentes de Empresa (ACDE).
** El Foro interreligioso del G20 tuvo lugar desde el 26 al 28 de septiembre de 2018 en Buenos Aires bajo el lema “Construir un consenso para un desarrollo justo y sostenible. Contribuciones religiosas para un futuro digno”. ACDE participó en la sesión paralela sobre “Fe y finanzas: compromisos y contribuciones religiosas” que se realizó el día miércoles 26 de septiembre por la tarde en el Hotel Sheraton Buenos Aires. Compartieron el panel Roberto Murchison, CEO del Grupo Murchison, junto a Federico Quintana, vicepresidente de ACDE. Ofició de moderador Brian Grim, Presidente de la Religious Freedom and Business Foundation de Estados Unidos. El objetivo de este panel fue reflexionar sobre los desafíos prácticos que se plantean al vivir la espiritualidad en coherencia con la profesión empresaria.